Cuatro reglas obvias
Hay pasos en que el aspirante hace su tesis sobre el tema impuesto por el profesor. Son casos a evitar.
Evidentemente, no nos referimos aquí a los casos en que el doctorando recibe los consejos del profesor. Nos referimos mas bien a los casos en que la culpa es del profesor o a aquellos en que la culpa es del doctorando, falto de interés y dispuesto a hacer mal cualquier cosa para salir del paso.
Nosotros nos ocuparemos de los casos en que se presume la existencia de un doctorando movido por ciertos intereses y de un docente dispuesto a interpretar sus exigencias.
En tales casos las reglas para la elección del tema son cuatro:
1) Que el tema corresponda a los intereses del doctorando (que esté relacionado con el tipo de exámenes rendidos, sus lecturas, su mundo político, cultural o religioso);
2) Que las fuentes a que se recurra sean asequibles, es decir, al alcance físico del doctorando;
3) Que las fuentes a que se recurra sean manejables, es decir, al alcance cultural del doctorando;
4) Que el cuadro metodológico de la investigación esté al alcance de la experiencia del doctorando.
Así formuladas, estas cuatro reglas parecen banales y parecen poder resumirse en la norma "el que quiera hacer una tesis, debe hacer una tesis que esté capacitado para hacer". Pues bien, es exactamente así, y hay casos de tesis dramáticamente abortadas precisamente por no haber sabido plantear el problema inicial en estos términos tan obvios.